| Homenaje del Centro Tradicionalista Fortín Levalle |
Imponen el nombre de "Roberto Fernández
Maffei" a campo de doma |
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Como viene sucediendo desde 2006 -cuando se inauguró-, todos los años el campo de doma del Centro Tradicionalista Fortín Levalle cambia de nombre, como forma de homenajear a quienes hicieron grande a la institución.
Por lo tanto, por un año llevará el nombre de Roberto Fernández Maffei.
En tal sentido, a primera hora de la tarde se realizó el correspondiente acto con un desfile de integrantes del Centro Tradicionalista que tuvo como abanderados a Pedro Barreiro en la bandera nacional, a Martín Díaz en la bandera bonaerense y a Fabián Ocaño con la bandera de la entidad, quienes fueron acompañados por los alumnos de la Escuela de Equinoterapia.
El descubrimiento del cartel estuvo a cargo del presidente de la institución, Martín Barreiro, junto a familiares de Roberto "Tito" Fernández Maffei.
En la oportunidad, Barreiro destacó: "Hoy nos toca reconocer a una persona muy importante en los inicios de Fortín Levalle. Esta persona estuvo presente en la inauguración de este predio y en ese momento tuvo su merecido homenaje en vida".
Enseguida recordó que en 2008 "sufrimos bajas físicas muy importantes. No se encuentran más entre nosotros pero sí en el recuerdo y en el corazón de cada uno, Jorge Néstor Castaldi, uno de los fundadores de Fortín Levalle en el año 1983".
Se refirió a él como a "una persona de bien, honesta, campero, me parece verlo desfilando por distintos pueblos o trabajando dentro del campo de jineteada con su querido tordillo, compañero de jornadas largas, o más tarde, en el rosillo que él mismo amansó. Acompañado por su fiel seguidora, su esposa Teresa, y sus hijos Néstor, Oscar, Claudio y Jorge junto a sus nietos en el último tiempo".
Luego, prosiguió: "Roberto 'Tito' Fernández Maffei, ¡qué decir de Tito!, al igual que Jorge Castaldi, fue uno de los fundadores, pilar fundamental en los inicios del Centro, con su rica experiencia en varias fiestas en la estancia La Concepción supo guiarnos y acompañarnos en los primeros años".
Y añadió: "Tan mal no lo hizo porque llevamos veinticinco años desde aquellas jornadas en La Angelita -Lago Epecuén- donde realizamos la primara jineteada con su incondicional ayuda. Dispuesto a dar sin esperar nada a cambio, hombre de bien, trabajador, honrado, muy campeo y solidario".
Luego se hizo un minuto de silencio en homenaje a su persona.
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